Según la Encuesta sobre Alcohol y Drogas en España, realizada en 2023 por el Ministerio de Sanidad, 1 de cada 10 hombres y algo menos en el caso de las mujeres de entre 15 y 64 años presentan un consumo de riesgo de alcohol, estos son cifras realmente preocupantes, ya que aunque el alcohol sea una droga socialmente aceptada, causa innumerables problemas para quienes sufren la adicción y quienes le rodean. En este blog vamos a centrarnos en responder a la pregunta de si el alcohol es hereditario.
¿Es posible heredar una predisposición al alcoholismo?
Nos preguntamos muchas veces qué papel juega la genética en el desarrollo del alcoholismo en las personas. ¿Es algo que se puede «heredar» de nuestros padres o abuelos, o está más influenciado por el entorno en el que vivimos?
Durante años, la ciencia ha buscado responder a esta pregunta, y gracias a todos estos estudios tenemos hoy información realmente interesante y útil, ya que conocer las causas siempre ayuda a superar el problema.
Aunque no hay un «gen del alcoholismo» como tal, investigaciones como el Estudio Colaborativo sobre la Genética del Alcoholismo (COGA, por sus siglas en inglés), llevado a cabo por el Instituto Nacional sobre el Abuso del Alcohol y el Alcoholismo (NIAAA), han identificado ciertos genes que influyen en nuestra relación con el alcohol, por lo que podemos afirmar que la genética sí puede influir en el alcoholismo.
Genes que podrían aumentar la predisposición al consumo de alcohol
A través del estudio COGA , los científicos han descubierto que existen algunos genes que afectan la forma en que nuestro cerebro responde al alcohol, y esto podría influir en cómo y cuánto bebemos.
Se trata por ejemplo del ADH1B (Alcohol Dehydrogenase 1B) o el GABRA2. Esto significa que algunas personas, debido a su genética, pueden experimentar los efectos del alcohol de manera diferente a lo normal, lo que podría hacer que sientan la necesidad de consumir más. Como explica uno de los investigadores del proyecto COGA, estos estudios «nos ayudan a entender mejor por qué algunas personas son más vulnerables que otras al alcoholismo».
La interacción entre genética y ambiente
Aunque es cierto que la genética puede predisponer a una persona al alcoholismo, no es una sentencia de vida inamovible. De hecho, el entorno y las experiencias de vida de cada persona juegan un papel mucho más importante en la manera en que esos genes se expresan.
Imagínate que tienes una predisposición genética, pero creciste en un hogar y entorno donde el alcohol no era común o donde el consumo moderado era la norma absoluta. Es muy probable que esta combinación de genes y entorno reduzca significativamente tus posibilidades de desarrollar un problema con el alcohol.
El Dr. George Koob , director del NIAAA, dice “aunque los genes juegan un papel importante, el alcoholismo es una condición compleja donde también influyen muchos otros factores”.
Se trata de la interacción de estos dos factores los que pueden terminar en casos de alcoholismo. Es importante entender que cada persona es única, y que sus situaciones vividas y experiencias jugarán un papel determinante en esto.
Estudios recientes sobre marcadores genéticos compartidos
Otro aspecto realmente interesante es que ciertos genes asociados con el alcoholismo también están presentes en otros trastornos relacionados con el abuso de sustancias. Un estudio reciente del Instituto Nacional de Salud (NIH) reveló que existen marcadores genéticos comunes en personas que sufren de alcoholismo y aquellas que sufren con otras adicciones, como puede ser la dependencia de opioides.
Este hallazgo nos hace ver que hay ciertos «caminos genéticos» que hacen que algunas personas sean más vulnerables al abuso de diversas sustancias. Esta investigación es un gran avance, ya que podría abrir la puerta a tratamientos personalizados según el perfil genético de cada persona. La información es fundamental, y conocer todos estos datos nos hacen poder crear planes de recuperación específicos para cada persona.
¿Se puede prevenir el alcoholismo si tienes antecedentes familiares?
Aunque en este blog nos hemos centrado sobre si el alcoholismo es hereditario, no significa que una persona que tenga antecedentes familiares vaya a terminar siendo alcohólico. Contar con ese genoma no quiere decir que se vaya a desarrollar una dependencia al alcohol. Muchas personas que conocen su historial familiar toman la decisión de prestar mucha atención al alcohol o incluso a evitarlo por completo. Además, con técnicas apropiadas y siguiendo una vida saludable, se puede mantener a raya el alcohol incluso si se tienen estos genes.
La educación y la intervención son claves aquí. Saber que la genética puede influir en nuestras tendencias o decisiones sobre el alcohol nos permite que tomemos más medidas proactivas. A medida que las investigaciones van demostrando datos, podemos esperar una mejor comprensión sobre este problema para tratarlo de la manera más efectiva posible.
En palabras de la Dra. Nora Volkow , directora del NIDA: «Una mejor comprensión de la genética también nos acerca un paso más al desarrollo de intervenciones personalizadas que se adapten a la biología, el entorno y la experiencia vivida de cada persona para poder proporcionar los mayores beneficios.»
En conclusión, la relación entre genética y alcoholismo es compleja, pero existe. Sabemos que los genes pueden jugar un papel importante en la predisposición al consumo, pero también que el entorno y nuestras decisiones personales son factores aún más importantes en el desarrollo de una adicción.
Los estudios científicos, como los realizados por NIAAA y NIH, siguen revelando datos valiosos sobre cómo nuestros genes afectan nuestra relación con el alcohol y cómo el conocimiento de esta predisposición puede ayudarnos a tomar mejores decisiones para nuestra salud.
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