Los festivales de verano celebrados en España se han multiplicado en los últimos años. Los jóvenes se sienten especialmente atraídos por este tipo de eventos y los convierten en la excusa perfecta para el consumo de drogas. La larga durabilidad de los festivales, las inacabables horas de fiesta, y la ingesta de un combinado de drogas crean una mezcla explosiva que provoca graves efectos durante y posteriormente.
¿Qué drogas son las que más se consumen en festivales de verano?
Sin duda, la droga de mayor consumo en los festivales es el alcohol. La mayoría de los asistentes toman bebidas alcohólicas y lo hacen en exceso. Asimismo, esta droga es la culpable de muchos de los incidentes que se producen. En función de la tipología del festival, los participantes seleccionan unas drogas u otras. La Marihuana es una de las ganadoras, aunque de cerca le siguen otras como la Cocaína, el MDMA, el Speed y la Metanfetamina.
¿Cuáles son los efectos de la ingesta de drogas en festivales de verano?
Las condiciones de los festivales de verano hacen que los efectos de las drogas se compliquen aún más. Por un lado, la aglomeración de personas favorece el sentimiento de angustia y las discusiones con otros usuarios. Por otro lado, la situación es aprovechada por traficantes que venden estupefacientes modificados para abaratar costes y aumentar sus beneficios.
En consecuencia, el consumo de drogas en festivales suele desembocar en heridas, desmayos y golpes de calor. Aunque también se dan situaciones de riesgo extremo como peleas multitudinarias, ataques psicóticos, comas etílicos y transmisión de infecciones contagiosas.
Consecuencias a posteriori del consumo de drogas en festivales de verano.
Los festivales de verano suelen ser la primera toma de contacto con las drogas de muchos jóvenes. Las conciben como parte de la experiencia festivalera y justifican su consumo a través de esta visión. Sin embargo este primer contacto es uno de los más delicados.
En los días posteriores al consumo continuado de drogas se padece una sensación de tristeza y depresión post-festivalera potenciada por el cansancio y las sustancias estupefacientes.
A pesar de ello la verdadera problemática no surge aquí, sino en los próximos eventos a los que acuden estos primerizos en las drogas. La falsa sensación de euforia inducida por los estupefacientes les hace repetir en los siguientes festivales. De modo que al final, es posible que las personas no conciban un festival o concierto sin el correspondiente consumo de drogas.
Para evitar la adicción debemos de poner freno a las drogas desde el minuto cero. No podemos dejarnos llevar por la presión social ni quitarle la importancia que merece. Di no a las estupefacientes en el próximo festival de verano y gana en salud para toda tu vida.