La pesadilla del alcoholismo no es algo que nadie quiera vivir cuando comienza sus consumos y que nadie piensa que va a sufrir en primera persona. No tiene cura, pero se puede aprender a vivir con la enfermedad y hacer una vida plena y de calidad. Si no sabes cómo cortar con el consumo, a continuación te presentamos los pasos necesarios para abandonar el alcohol, antes de que las consecuencias del alcoholismo sean irreparables.
Cómo dejar de beber alcohol
Hay días en los que ya no puedes más. Probablemente te sientes avergonzado, con rabia y frustración por haber vuelto a beber tanto. Te parece imposible dejarlo, pero se puede. No se trata de que seas débil, sino de que es una enfermedad que requiere un tratamiento. Hoy vamos a guiarte a través del proceso de renunciar al alcohol.
1. Concienciarse
Es el momento de dejarlo. Hay que aceptar que tienes una enfermedad, que no es simplemente un problemilla. La capacidad de autoengaño de esta enfermedad hace que se minimice, que se le reste importancia.
Quizás ya lo hayas intentado sin resultado o quizás nunca te lo hayas propuesto. En ambos casos debes recordar que:
- Es una enfermedad progresiva y que una vez desarrollada siempre puede ir a peor. Los daños que provoca pueden hacerte bajar a los infiernos.
- No te mereces seguir viviendo sometido al alcohol. Tú no controlas, ya has perdido esa capacidad.
- Esa pérdida de libertad para decidir cuándo y cuánto tomar es una indicación de que superarlo solo no puedes. Necesitas un tratamiento.
De esta manera, la única opción que te queda es renunciar a su consumo.
Este primer paso es difícil de dar, pero sí ya lo has pensado, ¿qué hacer a continuación?
2. Pedir ayuda
Como acabamos de ver, salir solo de las drogas una vez desarrollado el alcoholismo es una misión imposible. Aunque quizás el consumo no te deje verlo, estás sufriendo mucho y tienes las capacidades cognitivas dañadas y el sistema emocional alterado.
Quizá ya estás deprimido, ya que es un depresor del sistema nervioso central. En estas condiciones la mejor manera es ponerse en manos de un equipo profesional.
3. Acudir a un centro especializado o al médico
El tratamiento del alcoholismo es complejo.
- Por un lado, requiere un equipo multidisciplinar, de profesionales de diferentes áreas. Daña diferentes ámbitos de la vida de la persona y es necesario actuar sobre todos ellos de forma homogénea y unida.
- Por otro lado, se necesita actuar no sólo sobre el paciente sino también sobre su entorno. Para ello, los centros cuentan con un equipo que pueda dar respuesta a esta necesidad.
No importa si acudes por presiones familiares o porque tu pareja te haya puesto las maletas en la puerta. Aunque no sea tu propia decisión, date la oportunidad y ve.
4. Desintoxicarse
Tu organismo necesita una desintoxicación. Y ésta exige un seguimiento médico, porque:
- primero, es una manera de afrontar el síndrome de abstinencia del alcohol, que puede ser mortal
- segundo, para continuar con el tratamiento y utilizar la ayuda farmacológica correspondiente, el organismo debe estar limpio de etanol.
En el centro que acudas te informarán de si tu desintoxicación puede realizarse de forma ambulatoria o si por el contrario necesitas un ingreso hospitalario.
5. Completar un tratamiento
La desintoxicación es la primera fase para realizar un tratamiento de recuperación del alcoholismo, donde controlar y superar el síndrome de abstinencia es primordial.
A continuación viene la fase de deshabituación donde te enseñarán entre otras cosas, a:
- Mantener la abstinencia y aprender a vivir “en recuperación”
- Afrontar las ganas de beber
- Aprender sobre tu enfermedad
- Ir enfrentándote a tus responsabilidades
- Concienciarte de que tienes una enfermedad crónica y asimilarlo
- Aprender a deshabituar tus conductas de consumo.
Después necesitarás pasar por una rehabilitación. En esta etapa hay que utilizar todos los recursos necesarios para:
- Empezar a normalizar tu vida en todos los aspectos. Ya puedes disfrutar de la vida sin el bastón del alcohol.
- El deseo de beber dura años y por tanto, te enseñarán a afrontarlo dentro de una vida normalizada.
- Aprender a prevenir recaídas deteniendo el proceso en su inicio, identificando las alertas ante las situaciones de riesgo.
La última fase sería la reinserción, en la que ya estarás de vuelta en la sociedad. No todo el mundo necesita pasar por esta fase porque puede ser que no hubiera llegado a causar tanto destrozo ni a cerrarse todas las puertas.
6. Acude a terapias de grupo
Establecer una red de apoyo es muy importante, ya que:
- Te sentirás apoyado y entendido
- Te guiarán a través de este largo proceso.
- Aprenderás mucho de experiencias de los que ya han pasado por las mismas situaciones.
7. Cambia, modifica lo que sea necesario para no recaer
Dependiendo de los cambios que hayas realizado en tu estilo de vida, en tu comportamiento y en tu forma de ser, estarás preparado para seguir tú solo sin ayuda del tratamiento tu camino. Ya has aprendido las herramientas que necesitarás utilizar toda tu vida.
Llegado a este punto podrás disfrutar de una vida de calidad, porque la abstinencia no es el objetivo sino el medio para llevar esta vida.